"Me arrojaré en tus brazos con aturdimiento, te daré mil besos, y caerá la víctima ofrecida por tu fausto regreso. Extenderé la arena en forma de lecho, y cualquier montículo nos servirá de mesa, y entre los brindis de Lieo comenzarás tus largos relatos: nos explicarás cómo tu nave casi fue tragada por el abismo; me jurarás que viniendo hacía mí no sentías el frío de la noche ni la violencia del huracán, y aunque sea falso, todo lo creeré verdadero."
"No pretendo averiguar tus pasos, ni descubrir lo que tratas de ocultarme; estimo tus faltas como una acusación desprovista de fundamento. Si te sorprendo alguna vez en medio de la culpa y mis ojos llegan a ser testigos del oprobio, aquello que haya visto bien niega que lo he visto, y desmentiré a mis ojos por creer tus palabras."
Amores, Ovidio (16 a. C, más moderno que tú y que yo.)
Fui a cenar con Carlos al Camoatí. Cuando abrí la boca para enunciar la primera frase llegó Marco y la mesa se llenó de anécdotas que escuché en silencio. Levanté la vista atendiendo a abstracciones mentales simultáneas a la charla y descurbí aquello: unos marcos colgados en la pared. Marcos sin cuadro, como aquella vez que comimos juntos y un marco de nada presidió la mesa del silencio. Entonces me pregunté si, desde entonces, no estarán mis conversaciones condenadas a enmarcarse en un sempiterno vacío.
Hablamos sobre Iñigo. Mi opinión: el psiquiátrico significa el útero materno. Incapaz de hacerse cargo de su vida, vuelve al jardín de infancia. Recordé con pavor las sonrisas de los educadores sociales antes de abandonarle en aquel lugar con ganas de que llegaran las 15:00 para irse a casa. En palabras de Panero (hijo): "estados policiales resguardando una monstruosa sociedad de masa que odia el pensamiento."
El educador, que no leyó un libro en su vida, me dijo: sufre una patología dual, es normal que tenga recaídas, pero no puedo arriesgarme a que un día aparezca muerto por un chute. Después dijo: créeme, a mi me duele más que a ti dejarlo ahí.
Más tarde recibí una llamada desde el psiquiátrico. Iñigo desesperado y el ruido insidioso de la cabina marcando la cuenta atrás como un cronómetro. Dijo: dile a Carlos que fue el mejor año de mi vida, la verdad se sabrá. Carlos aseguró que terminaría suicidándose. En manos de esos carcelarios no lo dudo. Como escribió Jaime Gil de Biedma: definitivamente no es un mundo para vivir en él.
One Flew Over the Cuckoo's Nest!
ResponderEliminarUff...Duro.
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